Cuando las personas hablan sobre lesiones traumáticas cerebrales, a menudo los problemas visuales no son lo primero que se les viene a la mente. Sin embargo, los estudios demuestran que más de 2 millones de personas que sufren de lesiones traumáticas cerebrales en los Estados Unidos cada año experimentan algún tipo de problema visual como resultado.
Es importante saber qué tipos de problemas pueden surgir, por si alguna lo hace, pueda ser rápidamente detectada y tratada.
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El primer paso para poder tratar el problema es correctamente detectar y diagnosticar. Una vez que hayas notado el problema potencial, el próximo paso será obtener un examen completo. Opuesto a los exámenes visuales simples, los exámenes oculares completos revisan la salud del ojo en general, y a la importante habilidad visual que las lesiones pueden estar afectando.
Los neuro optometristas también realizan una evaluación neuro-visual para determinar con precisión las condiciones exactas presentes.
Hay muchos problemas que pueden surgir, en diferentes escenarios del proceso de recuperación desde la lesión inicial. Debido a la naturaleza de la lesión cerebral, los problemas visuales pueden ocurrir en las áreas del movimiento del ojo, equipo de ojos (su habilidad para trabajar juntos correctamente), la habilidad de los ojos para enfocar apropiadamente, o disminuir el campo visual (esto es cuando el paciente pierde alguna medida de la vista en cierta área, como los laterales). Por supuesto, la pérdida de agudeza visual es también posible (esto es cuando hay dificultad para ver objetos cercanos o lejanos–el tipo de problemas típicamente corregido con lentes de armazón o contacto.
Algunos ejemplos más específicos de los problemas que uno podría encontrar incluye:
Mientras que en una mano es obvio cómo los problemas como visión doble o borrosa pueden impactar en tu vida diaria, vale la pena entender cuántas tareas importantes pueden volverse más difíciles. Algunos daños pueden incluir:
Un paciente con problemas visuales derivados de una lesión traumática cerebral, puede también experimentar incomodidad en ciertos ambientes, como lugares donde hay luz brillante o mucho deslumbramiento, o lugares con muchos patrones o movimiento, debido a la sobrecarga visual.
Estos problemas visuales pueden también causar incomodidad o dolor de manera regular, que van desde dolor de ojo hasta lagrimeo por mareo, en adición de negativamente impactar el equilibrio.
Si estás experimentando problemas visuales después de una lesión traumática cerebral, consulta con un optometrista especializado. Específicamente, neuro optometristas en particular están equipados para proveer el tratamiento correcto para estas condiciones.
Los neuro optometristas proveen tratamiento que ayuda a los pacientes a entrenar su conexión cerebro-ojo para que así puedan recuperar su funcionalidad, y calidad de vida, que ellos tenían anteriormente a la lesión. Estos programas de tratamiento están altamente personalizados, con base a la situación y a las necesidades individuales del paciente.
En el caso de que ejercicios u otros métodos de tratamiento similares no sean lo suficiente para corregir completamente el problema, tu neuro optometrista puede recomendar dispositivos de asistencia visual u otras estrategias de terapia/tratamiento.